Agata

El ÁGATA recibe su nombre del antiguo rió Achates, actual Dirillo en la isla de Sicilia en el sur de Italia.

Es de origen volcánico, las aguas o bandas que la caracterizan se deben a la rapidez con que se enfrió el magma , los tonos y colores son consecuencia de  los metales y otros elementos que la componen.

El ÁGATA es una variedad de calcedonia y como tal es de cuarzo (SiO2) microcristalino.

En la antigüedad se la tenia en gran estima siendo muy apreciada por distintas culturas, con ella se fabricaban  y actualmente también, pequeños morteros que eran usados por los alquimistas y hoy por los farmacéuticos.

En la actualidad hay una cierta abundancia, lo que favorece que algunas sean teñidas (altere el color con tintes) para favorecer su comercialización como elemento decorativo o de joyería.

Energeticamente se recomienda poner el ÁGATA en la casa, para armonizar y priorizar en las actividades de la familia o grupo que comparta ese espacio.

El uso individual, hace que quien la lleve, actúe por sus propias prioridades, liberándose de las acciones que no reconoce como primordiales para ella, aunque si puedan serlo para parte del entorno en que se relaciona.

Es la piedra que nos ayuda a dejar atrás actitudes y convencionalismos en los que no nos reconocemos.

Para hacer uso del ÁGATA por su energía en espacios, lugares o "terapias", se recomienda las de tonos y colores naturales (no alterados). 

Para otros usos la que mas guste